.jpeg)
El mundo del cuidado personal va más allá de lo estético, es también una forma de expresión, arte y dedicación. Hoy conversamos con Cintia Hernández Flores, una joven manicurista apasionada por su profesión, quien nos comparte su experiencia técnica, lo que significa para ella este oficio.
¿Qué fue lo que te inspiró a convertirte en manicurista?
Mira, te diré que lo que más me inspiró yo siento que fue la necesidad y también que era un sueño que yo traía, entonces ambas cosas las juntaron y fue que yo empecé a este arte, a este oficio, que me han sacado de muchas y pues sí, eso es lo que te puedo decir que me inspiró.
¿Cómo descubriste que esto era lo que te apasionaba?
Pues yo creo que eso ya lo traía yo desde niña, fíjate, o sea, ya era como un talento y aparte de que yo siempre he sido muy creativa y me gusta innovar muchas cosas, entonces ya, este, y que siempre me llamó la atención el área de belleza y ambas cosas van juntas, entonces sí, ahí creo yo que fue cuando yo descubrí que esto me gustaba.
¿Dónde o cómo aprendiste a hacer manicura y cuánto tiempo llevas en ello?
Yo estudié ocho meses en el CETEC y llevo un año y medio en este rubro, más o menos.
¿Qué técnicas disfrutas más realizar y por qué?
Pues yo creo que el acrílico es lo que más me gusta, porque es más práctico para mí. Han salido muchas técnicas a lo largo del tiempo, pero siento que el acrílico nunca va a dejar de estar, siempre va a existir, porque año con año siempre, o sea, desde que empezaba esto de las uñas ha sido una técnica que se ha ocupado, entonces no creo que llegue otra y la reemplace para siempre. Entonces sí, esa es mi técnica favorita en cuestión de tiempo y práctica.
¿Qué es lo que más disfrutas de atender a tus clientas?
Pues yo creo que lo que más disfruto, aparte de que me gusta, y yo también es como un desestrés, para mí me gusta ese oficio, me gusta que ellas llegan a la mesa y traen muchas cosas, muchos problemas en su cabeza, que yo puedo ser un poco de ayuda para ellas, porque se despojan o se liberan de ciertas cosas que traen, entre hijos, de familia, de trabajo, y aquí se olvidan un poquito de eso y me cuentan, entonces es algo que yo disfruto.
¿Cómo te preparas antes de cada sesión?
Pues creo que manteniendo mi área de trabajo limpia y lo más bonita para que la clienta se sienta cómoda a la hora de que llegue y también yo transmitirle esa confianza de tener un espacio seguro y limpio.
¿Qué tipo de diseños o estilos te piden más?
Ahorita me están pidiendo más uñas que aparecen en tendencia en Pinterest o en TikTok, y pues son diseños básicos, también esta cosa es de actualizarse mucho, o sea, si te atrasas pierdes clientas y también es de actualizarse todo el tiempo y poner en práctica siempre, siempre, siempre, y pues eso es lo que más me han pedido últimamente.

¿Cuál ha sido el mayor reto que has enfrentado como manicurista?
Mira, yo creo que son tres cosas. Primero que nada, el hecho de que cuando yo quería estudiar era muy caro, estudiar belleza es muy caro. En el ámbito económico fue un desafío el poder conseguir el suficiente recurso para yo poder solventar la pequeña carrera. Otra cosa creo que ha sido aclientarse porque como muchas personas no conocen tu trabajo entonces es un poquito complicado y difícil, pero no imposible. Y otra es mantenerse, ser paciente porque habrá días donde tengas mucho trabajo, pero habrá días muy vacíos y es cosa de confiar en el proceso porque así nos pasa creo que, a todas las personas, entonces sí, esos son tres desafíos que yo he ido poco a poco logrando.
¿Qué significa para ti ser manicurista?
Pues más allá de un simple trabajo yo creo que significa muchas cosas para mí, porque es mi solvento, mi sustento económico y me ha abierto muchas puertas, me ha permitido conocer personas que les gusta mi trabajo y viceversa, ellas también confían en mí, entonces sí, es como un ganar ganar y por eso significa mucho para mí.
¿Cómo crees que ha cambiado esta profesión en los últimos años?
Pues yo creo que ha cambiado mucho tanto en técnicas como en precio porque antes pues eran uñas un poco gruesas y era un poquito complicado, pero ahorita ya se ha cambiado y también los precios antes eran muy baratos de 150 a 200 pesos y ahorita ya no bajan de los 250, al contrario, van subiendo, pero también la calidad es otra.
¿Qué consejo le darías a alguien que quiera aprender esta profesión?
Pues yo le diría que no se rinda, que no es difícil, no es imposible, claro que todo tiene su grado de complejidad, pero si te gusta lo vas a hacer con gusto y también vas a aprender porque también es complicado lidiar con personas, con gente, habrá algunas personas a las que les guste tu trabajo, habrá personas a las que no, pero sí, hay que confiar.
